Al inicio de esta semana se han anunciado las fechas de la próxima Trans-Nomad 2019.
¿Una carrera de enduro? ¡No, mucho más que eso!
Todavía recuerdo un día del 2016 en el que por casualidad encontré un video de la primera etapa de la que fue la primera edición de la Trans-Nomad.
Envidia, mucha envidia es lo que sentí. Ver a toda esa gente sufriendo y riendo al mismo tiempo mientras pedalea por lugares increíbles imposibles de imaginar.
No me lo podía perder, tenia que ir SI o SI.
Conocía carreras ya míticas como la Trans-Provence o la Trans-Cascadia. He pasado horas y horas en YouTube saboreando cada uno de los videos y soñando que participaba en alguna de ellas, pero claro, te asaltan dudas: ¿será muy duro? ¿demasiado técnico? ¿con que bici debería ir? ¿debería llevar protecciones? ¿casco integral? ¿Camelback?…y la mayor duda: ¿qué hago yo allí rodeado de gente que practica Enduro incluso DH?
Dia previo a la carrera
Llego a media tarde al campamento base desde donde saldremos mañana a primera hora.
Mi primer pensamiento fue: ¿qué pinto yo aquí? Bicis de enduro de largo recorrido, suspensiones de muelles, pedales de plataforma, cubiertas anchas, discos enormes, etc y yo allí con mi rígida single speed con 100mm de recorrido con pedales automáticos.
Antes de cenar: briefing de la carrera, normas, señalizaciones, cena y a dormir en una tienda de campaña cerca del río.
1er día
Frío, mucho mucho frío, tanto que no conseguí dormir nada.
Desayuno y a vestirse de “romano”.
De camino al primer transfer del día me autoconvenzo de que todo irá bién. Miro alrededor y todo son cascos integrales, protecciones, pedales de plataformas, gafas de máscara y Camelbacks gigantes.
Llegamos a Llanos de Hospital y comienza el primer pateo del día.
Pasan la horas y el clima empieza a cambiar
Al cabo de dos horas y media de porteo llegamos a la cima.
Cola para empezar a bajar el primer tramo. Agua, nieve y frío, mucho frío. No hay nada de visibilidad. Uno de los “patrols” se encarga de dar la salida.
¡La carrera ha empezado!
La Tercera Etapa pasará a la historia.
La nieve y el frío (-7ºC) fueron los verdaderos protagonistas durante todo el día y conviertieron a esta etapa en una Etapa Épica.
Recuerdo que al llegar al penúltimo tramo cronometrado bajo una intensa la nevada, el “patrol” encargado de dirigir la salida nos pidió que esperaramos ya que el lector de chips del final del tramo no estaba todavía instalado. No había ningún lugar para refugiarnos así que aguantamos como pudimos hasta la salida.
Sin lugar a dudas esta fue mi etapa preferida.
Conclusiones finales Trans-Nomad 2017
No es una prueba para todo el mundo. De hecho, el límite de 80 participantes por parte de la organización marca el espíritu de esta prueba (me niego a llamarle “carrera”).
Hay que tomárselo todo con filosofía. Cargar durante más de 3-4 horas la bici al hombro cada día no resulta fácil. A esto, añádele un poco de nieve, lluvia, frío, unos cuantos km de pedaleo, unos cuantos metros de desnivel acumulado, etc.
Si eres 100% Endurero ¡la Trans-Nomad es para ti!