Trans-Nomad, mucho más que una carrera (2ª parte)

A los pocos meses de acabar la Trans-Nomad 2017 y teniendo aún frescos los recuerdos de lo que fue, se abrieron las inscripciones para la Trans-Nomad 2018.

La Trans-Nomad se ha convertido para mi en una cita anual obligada.

En la edición del 2017 participé con mi rígida single speed y sufrí con tanto bache, pedrolo, agujero, raíz, pisada de vaca, de caballo, etc…

Si volvía a participar, quería hacerlo sobre una doble y cuanto “más doble” fuera, mejor que mejor.

Me puse en contacto con varias marcas y finalmente la gente de Ibis me cedió una bici.

Hacía poco que Ibis había sacado al mercado una nueva doble 29r con sistema de suspensión DW-Link, 160mm de recorrido delante y 145mm detrás con neumáticos de 29×2.6.

La Ibis Ripmo es el tipo de bici ideal para participar en la Trans-Nomad, una doble de recorrido generoso, ligera, con geometría muy moderna, capaz de deborar tramos muy pedregosos y recorrer muchos kilómetros de pedaleo que nos esperan, pero estamos en pleno mes de agosto y las tiendas siguen cerradas por vacaciones. Conseguir una, no va a ser una tarea fácil.

No hay Ibis Ripmo de test disponibles pero si hay una Ibis Ripley talla L, (el modelo all mountain de Ibis en 29r con DW-Link, 130mm de recorrido delante y 120mm detrás, que además admite neumáticos 29×2.6.).

Diez días antes de la carrera recibo la bici y salgo a probarla. Ajustes y reajustes, posición de manillar, manetas de freno, altura de la tija, inclinación del sillín, etc…

No me siento del todo cómodo y finalmente opto por montar algunos de los componentes que llevo en mi bici actual: puños Ergon, sillín Fizik Gobi y cubiertas Maxxis Minion DHF en 2.6 DD y la Nube Tubeless…como no!

Las cubiertas “gordas” de 2.6 sumado las Nube Tubeless de 60 ofrecen un extra de comodidad importante en una carrera tan larga con tantos días sobre terreno muy malo. La posibilidad que ofrece la Nube Tubeless de poder rodar a baja presión es increíble.

Preparo la bolsa con todo lo necesario: ropa de invierno, otoño, primavera y verano. Todo puede pasar en la Trans-Nomad y con la experiencia del año pasado, más vale ser prevenido.

En mi vida he llevado tanta ropa…ni siquiera para un viaje.

Llego la tarde anterior al campo base de la carrera, el camping de Sesué.

Saludo a todo el mundo y reconozco las caras de algunos de los participantes del año pasado que al igual que yo, repiten. Los “patrols” no dejan de repetirme que el recorrido de esta edición es: “ESPECTACULAR, es el mejor recorrido que se ha hecho nunca”.

Este año decido NO dormir ningún día en tienda de campaña y junto a mi compañero de aventuras, nos vamos a dormir a un hotel cercano.

Día 1

Nervios.

Salimos del camping y empezamos una larga subida de asfalto, con tramos con mucha pendiente. Al cabo de dos horas y media o tres horas de subir sin parar llegamos al incio del primer porteo de esta Trans-Nomad.

Hace calor, mucho calor y la subida ha sido dura.

El inicio del porteo es light pero la parte final…

Llegando a la cumbre antes de la caída que le impediría acabar la carrera
Llegando a la cumbre antes de la caída que le impediría acabar la carrera
Preparativos para el primer tramo cronometrado de esta edición. Al fondo, el Ibon de Plan
Preparativos para el primer tramo cronometrado de esta edición. Al fondo, el Ibon de Plan

Empezamos el primer tramo cronometrado de bajada que nos llevará hasta el Ibon de Plan, uno de los lugares más bonitos a los que he ido.

El segundo tramo cronometrado es la típica bajada de la Zona Zero que une el Ibon de Plan y Saravillo. Disfruto como un enano. A media bajada me encuentro a uno de los participantes caminando sin bici y metros más tarde a una de las participantes con la cara ensangrentada.

Día 2

Transfer largo en coche hasta Llanos del Hospital. Un poco de bici y a portear un buen rato. A diferencia del año pasado al llegar a la cumbre bajaremos en dirección al Valle de Arán.

La primera especial fue muy dura. Prados llenos de agujeros, pisadas de vaca, golpes constantes…una bajada nada cómoda.

La segunda bajada ya llegando al Valle de Arán era muy vertical y era imposible frenar la bici. Bajadas de vértigo!!!

El enlace hasta la tercera especial fueron muchos kilómetros de subida por pista ancha con un pateo final “importante”.

Día 3

Esta fue una etapa muy especial.

Transfer largo hasta el inicio de una pista ancha por la que pedaleamos hasta llegar a unas antiguas minas. Un lugar incríble con unas vistas espectaculares.

Primer tramo cronometrado dentro de un bike park.

Al llegar al fondo del Valle tocó remontar muchos kilómetros de asfalto hasta llegar a la comida.

De ahí, unas tres horas de subida constante haciendo zig-zag hasta llegar a un collado. Desde el collado contorneamos toda la montaña llegando a uno de los lugares más bonitos que he visto nunca.

La bajada desde las minas fue impresionante!!!

En mi opinión, la mejor etapa de todas las Trans-Nomad…hasta el momento!

Día 4

Cada día los “patrols” me decían: “si esto te está gustando, espérate a hacer el primer porteo del último día. Es lo más bestia que se puede hacer, pero el lugar es de ensueño”.

Transfer muy largo hasta un mirador muy muy alto. Cruzamos pedaleando un túnel largo con mucha pendiente. A la salida del túnel, empieza “EL GRAN PORTEO”.

Todos empezamos a subir en fila india porteando la bici cómo podemos. Unos sobre la espalda, otros cargándole en brazos.

De lejos parece verse el collado al que deberíamos llegar pero piensas: “no, no será ahi, es imposible”.

Van pasando las horas y el collado está cada vez más cerca.

La subida es muy pronunciada, tanto que resulta prácticamente imposible parar para descansar.

Cuando llegas arriba y ves de dónde vienes piensas: “¿cómo hemos podido subir aquí?”

El lugar es mágico y el ambiente que se vive todavía lo es más.

Es el último día y la gente lo da todo.

Como siempre, las primeras bajadas son muy “alpinas”, prácticamente un sendero de un palmo insinuado en el suelo.

A medida que vamos perdiendo altura el terreno va “mejorando”, es más disfrutón.

Impresionantes vistas
Impresionantes vistas

Como suele ser ya una tradición en la Trans-Nomad, el último día finaliza en Sierra Negra, todo un clásico.

La última bajada de la Trans-Nomad la hice pegado al gran Tommi Misser.

Bueno, me pegué a el durante los primeros cien metros. A la salida de una curva, ya no lo volví a ver!

Conclusiones

Como dice la gente que ha participado en todas las ediciones de la Trans-Nomad: ESTA HA SIDO LA MEJOR TRANS-NOMAD!!!

A diferencia del año pasado el tiempo nos acompañó. Hizo calor y pudimos pedalear incluso en manga corta.

El recorrido como siempre impresionante, la organización impecable y el ambiente inmejorable, ¿que más se puede pedir?

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